Como son las berenjenas blancas?
La necesidad humana de querer comer más sano, más sostenible y más bueno es una demanda cada vez más creciente y en el mismo tiempo un mensaje que los prescriptores de la alimentación saludable ponen sobre la mesa. Esta necesidad requiere un compromiso en el ámbito de sistema alimentario que, con su pequeña aportación, la berenjena blanca es capaz de dar el Bages y en su entorno, principalmente es:
• Un alimento sostenible: sujeto a la temporada de cultivo y cosecha, minimiza el coste ambiental y tiene una producción ajustada a la demanda.
• Un alimento de fácil aprovisionamiento: garantiza los canales cortos de comercialización, facilita el contacto directo entre productor y consumidor, y asegura, por tanto, las mejores cualidades organolépticas del producto.
• Un producto fresco: garantiza que transcurra un tiempo razonablemente corto entre la cosecha y la venta. Se recomienda consumirla lo más rápidamente posible para conservar toda su frescura.
• Un producto que fomenta la identidad: forma parte de un sistema agrario consolidado de generación en generación que identifica los Bages y Bages y facilita la estrecha vinculación con la tradición gastronómica local.
• Un alimento saludable: aporta los nutrientes que necesitamos y es indispensable si queremos practicar una buena dieta mediterránea: rica en fibra y alimentos vegetales y baja en grasas animales y azúcares refinados.

La berenjena blanca como identidad del Bages
Alimentarse es un fenómeno biológico para comer nos aporta los nutrientes necesarios para mantener el equilibrio bioquímico de nuestro organismo. Y también es socio, porque nosotros comemos en un contexto social que condiciona lo que tenemos al alcance, en términos alimentarios, y nos permite construir nuestras preferencias y aversiones; en definitiva, lo que nos gustará y lo que no nos gustará ingerir.
La berenjena forma parte de este abanico de productos que tenemos cerca de casa que claramente nos relatan esta dualidad. Por un lado, responde a nuestras necesidades y exigencias nutricionales y es un producto saludable que nos debe permitir mantener una dieta adecuada. Por otro, quizás no hay otro como la berenjena que represente mejor la personalidad mediterránea, porque es capaz de mostrar y significar los valores que se le atribuyen a esta reconocida dieta. Expresa la diversidad, es producto de la mezcla cultural y se derivan numerosas recetas muy arraigadas a las características locales de cada territorio. En el caso de la variedad blanca, Bages ha iniciado el camino para generar un sentimiento de pertenencia con este fruto y ha construido un rasgo diferencial en su identidad local y / o regional.
Pensamos también la berenjena blanca desde el compromiso con el entorno, aquel que garantiza la sostenibilidad ambiental y social, aquel que teje relaciones humanas a través de la cooperación y la reciprocidad, desde sembrar, cultivar, recoger, vender y consumir. Comprometido con el entorno significa que la berenjena blanca es la excusa para transmitir los valores de proximidad, medida justa y respeto por la tierra y la biodiversidad, y que este compromiso genera el beneficio en la calidad del producto organolépticamente y nutricionalmente. Formar parte del compromiso es respetar el alimento y el territorio y respetarnos a nosotros mismos.
¿Cómo reconocer la calidad?
Una buena berenjena blanca la podrá reconocer a primera vista. Sin embargo, le indicamos unas pautas muy sencillas para detectar la calidad más óptima. Lo más importante es que las propiedades organolépticas varíen mínimamente entre el momento en que se cosecha y en el que se consume.
Textura
Al tacto, la piel debe ser turgente y fina. La firmeza de la piel disminuye a medida que aumenta el tiempo que transcurre una vez el fruto es cosechado. La piel exterior se puede arrugar por la pérdida interior de agua.
Color
El color blanco es indicativo de la frescura de la berenjena. A medida que envejece, el color blanco se oscurece hacia marrón y pueden salir manchas que indican el inicio del pudrición interior y la oxidación.
Aroma
En crudo, la berenjena tiene un aroma delicado herbácea y floral. A medida que pierde frescura, disminuye también el aroma. En el momento de cobre, este aroma toma potencia y fuerza, y se combina con los aromas que surgen de las reacciones derivadas de la cocción.
Sabor
La berenjena blanca, como el resto de solanáceas, no se puede consumir en crudo. Una vez cocida, y en función del proceso de cocción, aporta matices de sabor dulces y vegetales que llegan a la máxima potencia si hay cocciones donde aparezca la reacción de Maillard o de oscurecimiento enzimático (brasa, salteados, horno, etc.).

Salud y placer
¿Qué nos aporta el consumo de berenjena blanca?
– Cabe destacar que más del 90% del peso es agua. El resto corresponde principalmente a hidratos de carbono, fibra y pequeñas cantidades de proteínas, sales minerales (principalmente potasio), vitaminas y otros compuestos bioactivos (flavonoides, glicoalcaloides, etc.).
– Es un alimento excelente para toda la población, pero especialmente para las personas con colesterol elevado, diabetes tipo 2 o enfermedades inflamatorias.
– Contiene ciertos compuestos bioactivos de elevada capacidad antioxidante y, por tanto, su consumo puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y algunos tipos de cánceres.
En la cocina y con ingredientes de temporada
Polivalente en la cocina, ¡no te cansarás!
Las posibilidades culinarias de la berenjena como protagonista son amplias y diversas. Pero es que, además, combinada con otros ingredientes y formando parte de elaboraciones más complejas, proporciona un listado de combinaciones infinitas y te chuparás los dedos con cada bocado.
¡Forma parte de nuestra cultura gastronómica!
Los principales platos de verano en que la berenjena es protagonista son la escalivada y el pisto, sin olvidar las estimadas berenjenas rellenas o la berenjena rebozada como acompañamiento de múltiples platos de carne o pescado. La tortilla de berenjena también es un manjar de campo que vale la pena recuperar: la melosidad del huevo sumada a la de la berenjena blanca genera una elaboración organolépticamente excelente.
¡Con productos de temporada y del territorio!
La combinación de la berenjena blanca del Bages con las diversas variedades de tomates del Bages es un regalo para los sentidos. La mezcla con el tomate es amplia, no sólo en nuestra cultura gastronómica, sino en varias de mediterráneas (la caponata y la Parmigiana italianas o la musaka griega). También es amiga del pimiento y del calabacín, y combina a la perfección con el resto de verduras y frutos de la temporada de verano, o de cosecha prácticamente anual, como la acelga, la cebolleta, la judía verde, las lechugas, el pepino, el puerro, los rábanos, la remolacha o la zanahoria. En el Bages, además, la podemos combinar fácilmente con los productos de El Rebost del Bages, en que destacan la cocina con los aceites de variedades locales (la hoz, la vera y la verdial de Manresa), las judías de Castellfollit del Boix o el requesón de Montserrat, que generan, en todos los casos, unas recetas suculentas y con productos km0.
Donde degustarla

Els Fogons Gastronòmics del Bages es un colectivo culinario integrado por 15 chefs que colaboran en la promoción de la gastronomía bagenca a partir del producto local: los vinos de la DO Pla de Bages, las variedades autóctonas de aceite de oliva y de la huerta , el cerdo Ral de Avignon y el requesón de Montserrat, entre otros. El bacalao de los Hornillos, reinterpretación del bacalao a la manresana, de Ignasi Domènech, es su plato referente. La oferta gastronómica, con productos de temporada, va cambiando siguiendo las estaciones del año.