Cataluña tiene un fuerte vínculo con sus ríos. Los ríos han sido empleados desde tiempos inmemoriales para diferentes usos como por ejemplo la comunicación, como demuestran los laúdes en la ribera del Ebro, el desarrollo industrial, como demuestran las colonias textiles a bordo de los principales ríos, o también el abastecimiento de recursos y servicios a nuestra ciudadanía, como es el agua que la mayor parte de la población ve salir del grifo.
Sin embargo, los ríos son ecosistemas que ofrecen mucho más que eso, pueden ser cosas más difícil de detectar, pero no por ello menos importantes. Un medio ambiente sano, un aire limpio, un refugio para la fauna y la flora, un instrumento para prevenir y gestionar los aguaceros, ayudar a recargar acuíferos, mejorar la calidad del suelo o un espacio de mitigación de los efectos del cambio climático, son ejemplos de lo que llamamos servicios ecosistémicos.
Los ríos son un ecosistema muy rico en flora y fauna, contienen muchas plantas diferentes que necesitan el agua para vivir y al mismo tiempo muchos animales que en momentos de sequía necesitan refugio y un lugar donde poder beber.
Pero son espacios muy frágiles, que quedan muy afectados si se sobre explotan. Asimismo son espacios difíciles de recuperar para que vuelvan a sus condiciones idóneas, así que hay que preservar su estado y poner mucha atención en regular los usos y accesos para que nuestra acción como personas tenga el mínimo impacto posible.

Esto no quiere decir en ningún caso que no podamos visitar los ríos de Cataluña, pero es necesario poner ciertos límites para hacer compatible la conservación de estos espacios y sus servicios a la sociedad, evitando la masificación y los usos inadecuados para poderlos seguir disfrutándolos.
Por eso te proponemos 10 cosas que puedes hacer cuando visites las pozas de Cataluña, para que puedas disfrutar y conservarlas a la vez:
1. Visita estos espacios con moderación, son espacios muy bonitos y a todos nos gusta visitarlos, pero también son muy delicados y demasiada gente puede afectar su equilibrio.
2. Visítalo un tiempo limitado. Lo más bonito de visitar la poza es desde el inicio de la excursión hasta volver a casa, los animales que viven agradecerán cierta tranquilidad.
3. Disfruta de la naturaleza, de sus sonidos, formas y texturas. Aprovecha para conocerla mejor. Por eso las radios, mesas, neveras, flotadores, … no son necesarios.
4. Muévete con prudencia, evitando dañar el terreno y abrir nuevos espacios y caminos. A veces, sin querer puedes estar dañando una planta o afectando a los animales.
5. Intenta comer alejado del río, especialmente si es en una poza, el espacio necesita calma.
6. Si vas con mascotas, llévalas siempre atadas. Lo que para unos puede parecer un juego, para otros puede significar un impacto negativo.
7. No dejes basura, y si te la encuentras de otra gente recógela por favor. Los desechos en estos espacios son difíciles de recoger porque a veces es difícil acceder.
8. Deja la naturaleza tal y como te lo has encontrado. Arrancar una flor o llevarte un animal puede parecer inocente, pero si lo hacen 200 personas al día el espacio natural quedará afectado gravemente.
9. Si hay demasiada gente, no ir también es una buena opción, tanto para tu bienestar como por el del ecosistema.
10. Cuando vuelvas a casa y cuentes a tu gente donde has estado, hazlo transmitiéndoles también estas ideas, tu colaboración es clave para conservar estos espacios tan necesarios.